Las quemaduras son lesiones de la piel producidas por el contacto con una fuente de calor excesivo o una sustancia corrosiva.
La lesión o destrucciones de piel tienen múltiples variables. Pueden ser provocadas por calor seco (Por ejemplo una plancha), calor húmedo (Agua hirviendo), electricidad, sustancias químicas corrosivas o irradiación en la piel.
Según la profundidad de las lesiones, las quemaduras se clasifican en los siguientes tipos:
-Quemadura de primer grado: Afectación superficial de la piel.
-Quemadura de segundo grado: Afectación de capas más profundas.
-Quemadura de tercer grado: Afectación de toda la piel e incluso del tejido subcutáneo.
Las quemaduras que abarcan grandes zonas del cuerpo son siempre graves.
Síntomas y signos
Quemaduras de primer grado:
- Enrojecimiento de la piel que desaparece con la presión.
- Dolor a la presión.
- Sensación urente.
Quemaduras de segundo grado:
- Ampollas.
- Dolor intenso.
Quemaduras de tercer grado:
- Piel dura y seca
- Ausencia del dolor en la piel quemada.
Actuación ante la quemadura
Las medidas generales ante un caso de quemadura son las siguientes:
- Alejar a la víctima del peligro.
- Reducir la profundidad de la quemadura mediante aplicación inmediata de frío: mojar con agua durante al menos diez minutos.
- Reducir el dolor.
- Prevenir las posibles infecciones, la deshidratación y la hipotensión (disminución de la presión arterial) por la pérdida de líquidos.
- Las quemaduras poco extensas y de primer grado pueden curarse en el domicilio.
- Si la quemadura es extensa o parece grave debe realizarse siempre una consulta médica.
- Si la quemadura es grave hay que acudir a un servicio de urgencias hospitalario.
· Quemaduras solares. Las quemaduras solares habitualmente son de primer grado. La aplicación de lociones de calamina es efectiva para calmar escozor. Debe evitarse una nueva exposición a los rayos solares, al menos hasta la curación de la quemadura.
· Quemaduras por llamas. Hay que contemplar las siguientes situaciones:
-Si la ropa está todavía ardiendo, debe apagarse el fuego cubriéndola con más ropa (Abrigos, mantas) y, si esto no es posible indicando a la victima que ruede por el suelo.
-Deben retirarse anillos, relojes y cualquier accesorio que dificulte la circulación de la sangre en la zona afectada, puesto que se producirá una hinchazón. Esta medida debe llevarse a cabo en cualquier tipo de quemadura.
-Si es posible debe retirarse toda la ropa. excepto si está quemada o adherida a la piel.
-Posteriormente deben cubrirse las zonas quemadas con sábanas o ropas limpias.
-Estas quemaduras suelen ser graves y requieren ser valoradas por un médico.
· Quemaduras eléctricas. Aunque la descarga eléctrica haya provocado pequeñas quemaduras, puede haber daños internos graves. Por consiguiente, tras los primeros auxilios. siempre se debe acudir a un centro de urgencias hospitalario. Cuando la intensidad de la descarga eléctrica es elevada, la persona puede quedar inconsciente e incluso sufrir un paro cardiorrespiratorio. Si la persona está inconsciente. no debe tocarse. ya que el socorrista puede sufrir una descarga. La primera medida es separar a la victima de la fuente de energía, mediante un material que no sea conductor de la electricidad (plástico o madera). Si se ha producido un paro cardiorrespiratorio, debe procederse a la animación cardiopulmonar y, posteriormente, una vez recuperada la víctima y tras haber solicitado la ayuda, llevar a cabo la cura de las quemaduras.
· Quemaduras oculares por sustancias químicas. Se diferencia dos tipos de quemaduras causadas por sustancias químicas:
1- Quemaduras por sustancias alcalinas (amoníaco, lejía, cal): Son las más graves y pueden afectar a las estructuras más profundas del globo ocular.
2- Quemaduras por sustancias ácidas (ácido clorhídrico, ácido sulfúrico): Por lo general no afectan a las estructuras más profundas, y las lesiones se limitan a los párpados, la conjuntiva y la córnea.
Cuando la quemadura es leve, aparece visión borrosa, dolor, enrojecimiento del globo ocular e hinchazón. Si la quemadura es moderada o grave, el dolor es intenso y se asocia a una reducción elevada de visión, inflamación y opacificación de la córnea, enrojecimiento de la conjuntiva y aumento de la presión ocular; si el producto causante es una sustancia alcalina, el dolor suele aliviarse con rapidez.
Ante estas lesiones debe acudirse siempre a un servicio de urgencias hospitalario tras aplicar los primeros auxilios en el lugar del accidente. Éstos consisten en la irrigación (lavado) ocular inmediata y abundante, con cualquier liquido no tóxico, habitualmente agua corriente. La rapidez en el inicio de los lavados es muy importante y nunca debe temerse que sea excesivo.